miércoles, 23 de noviembre de 2011

Poema de Hoy

Hoy cumplir veinte aos: amargura sin nombre
de dejar de ser nio y empezar a ser hombre
de razonar con lgica y proceder segn
los sanchos profesores del sentido comn!
Me son duros mis aos y apenas si son veinte ;
ahora se envejece tan prematuramente,
se vive tan de prisa, pronto se va tan lejos,
que repentinamente nos encontramos viejos,
enfrente de las sombras, de espaldas a la aurora,
y solos con la esfinge siempre interrogadora!
Oh!, madrugadas rosas olientes a campias
y a flor de virgen! entonces estaba el alma nia
Y el canto de la boca flua de repente
y el rer sin motivo era cosa corriente.
Iba a la escuela por el ms largo camino
tras dejar, sooliento, la sbana de lino,
y la cama bien tibia, cuyo recuerdo halaga
slo al pensarlo ahora; aquel San Luis Gonzaga
de pupilas azules y risa cabellera
que velaba los sueos desde la cabecera.
Aunque yendo despacio al fin de la callejuela
acaba, y estbamos al frente de la escuela
con el Mantilla bien oculto bajo el brazo;
y haciendo, en el umbral, mucho ms lento el paso.
Y entonces era el ver la calle ms bonita,
ms de oro el sol y ms fresca la maanita.
Y despus, en el aula, con qu mirada inquieta
se observaban las huellas rojas de la palmeta
sonriendo no sin cierto medroso escalofro,
de la calva del dmine y su sueo sombro...
Pero, quin atenda a las explicaciones?...
Hay tanto que observar en los negros rincones!
Y, adems es mejor contemplar los gorriones
en los hilos: seguir el ureo derrotero
de un rayito de sol o el girar bullanguero
de un insecto vestido de seda rubia o una
mosca de vellos de oro y alas color de luna.
El sol es el amigo ms bueno de la infancia!
Nos miente tantas cosas bellas a la distancia!
Tiene un brillar tan lindo de onza nueva! Reparte
tan bien su oro que nadie se queda sin su parte!
Y por l no atendamos a las explicaciones;
ese brujo Aladino evocaba visiones
de las Mil y una Noches de las Mil Maravillas
y beodas de sueos, nuestras almas sencillas,
sin pensar, extendan las manos suplicantes
como quien busca a tientas puados de diamantes.
Oh!, los lricos tiempos de la gorra y la blusa
y de la cabellera rebelde que rehsa
la armona de los peinados maternales,
cuando bamos vestidos de ropa nueva a misa
dominical y pese a los serios rituales,
al ver al monaguillo soltbamos la risa!
Oh!, los juegos con novias de traje a las rodillas
los besos inocentes que se dan a hurtadillas
a la beb amorosa de diez a doce aos,
y los sedeos roces de sus rizos castaos
y las rimas primeras y las cartas primeras
que motivan insomnios y producen ojeras!
Adolescencia ma: te llevas tantas cosas
que dudo si ha de darme la juventud ms rosas
y siento como nunca la tristeza sin nombre
de dejar de ser nio y


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