jueves, 1 de diciembre de 2011

Mi pequeña, tan dulce, tan inocente, tan hermosa..

Cuando la vi por primera vez,
era tan inocente, dulce, y tan hermosa,
tan dependiente, de mis besos,
de mi calor y de mi alimento,
que al verla crecer tan rapidamente,
me dió miedo que se me escapara con solo rozar el viento. 
Era como un suspiro que crecia aceleradamente,
mi pequeña se hacia mujer rapidamente,
y dejaba de ser mi historia, para ser la suya propia.
Voló tan rapidamente, que casi la perdí de vista,
como pajaro que vuela y poco te visita,
formandose una nujer coraje,
apostando su vida por ser madre.
Creando una familia firme y segura,
dió a luz a una hija hermosa y sana, 
Y una vez más se repitió la historia,
porque de eso al fin se trata, 
de sentir, vivir,


Leer más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario